Muchas veces nos
olvidamos de lo frágil que son las cosas y de todo lo que podemos perder en un
instante, cada cumpleaños se me pasa eso por la cabeza, y cuando leo todas esas felicitaciones de cumpleaños me pongo algo enfermo, porque no entiendo como
tanta hipocresía puede llegar al mundo, sin duda, es algo a tener en cuenta,
algo poderoso que nos llama más allá de lo que tenemos por encima nuestro, y
que desvaría de forma clara nuestras pretensiones más allá de lo que pensamos
en estos momentos. Por eso mi dolor y tormento a cada cumpleaños es algo sabido
y conocido, algo que vale la pena dejar de lado, porque sin duda es una
historia que empieza y que no termina jamás, una forma de conocer y de hacer
las cosas diferentes que no tendremos que conocer en el mundo conocido más allá
de esos cumpleaños que nos llenan la cabeza de felicitaciones de cumpleaños
sutiles que no llevan a nada más que al despojo de emociones y de sentimientos
que no sé muchas veces si comportan desgaste moral o simplemente son el día a
día de una vida sucinta y soslayada.
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