divendres, 8 d’agost del 2014

Un cumpleaños diferente

Muchas veces nos olvidamos de lo frágil que son las cosas y de todo lo que podemos perder en un instante, cada cumpleaños se me pasa eso por la cabeza, y cuando leo todas esas felicitaciones de cumpleaños me pongo algo enfermo, porque no entiendo como tanta hipocresía puede llegar al mundo, sin duda, es algo a tener en cuenta, algo poderoso que nos llama más allá de lo que tenemos por encima nuestro, y que desvaría de forma clara nuestras pretensiones más allá de lo que pensamos en estos momentos. Por eso mi dolor y tormento a cada cumpleaños es algo sabido y conocido, algo que vale la pena dejar de lado, porque sin duda es una historia que empieza y que no termina jamás, una forma de conocer y de hacer las cosas diferentes que no tendremos que conocer en el mundo conocido más allá de esos cumpleaños que nos llenan la cabeza de felicitaciones de cumpleaños sutiles que no llevan a nada más que al despojo de emociones y de sentimientos que no sé muchas veces si comportan desgaste moral o simplemente son el día a día de una vida sucinta y soslayada.

Celebrar mi cumpleaños

Quizá uno de los días más potentes para las personas a lo largo del año son justamente los de su cumpleaños, por eso, muchas veces se canta un feliz cumpleaños de una forma un poco sutil, por encima de todas aquellas cosas que pensamos que pueden ser definitorias de alguna cosa, y que debemos dejar de lado para un buen funcionamiento real de las cosas, de todas aquellas que valen la pena en un cumpleaños, y que muchas veces dejamos de lado sin pensar que las cosas en el futuro pueden ir mejor de lo que creemos, sin duda, es algo a tener en cuenta cuando queremos ir más allá de nuestras propias circunstancias y debemos contener nuestras formas de pensar y de hacer, porque en el fondo se trata de celebrar el cumpleaños con aquellas personas que importan y que tenemos en nuestro entorno, todo aquello que si tenemos y que vale la pena, aquellas personas que están cada cumpleaños sin que nos percatemos, y que nos dan energías renovadas para afrontar un año más de nuestra existencia.